El futuro que Lugo no debe perder de vista
Lugo necesita tener objetivos claros y bien definidos, y no sólo proyectos pensando en elecciones.
Un claro ejemplo de ello lo tenemos en el ámbito digital y tecnológico. Debemos estar muy atentos a los futuros avances, al turismo y a la industrialización de nuestro territorio urbano y también el rural. Para ello necesitamos políticas de altura y una buena gestión que impulse la integración y el trabajo en colaboración con el sector privado. Esta es la forma de que nuestros jóvenes se queden en Lugo y otros puedan venir; una puerta para que los autónomos tengan futuro y el sector servicios se revitalize.
Tenemos por delante un futuro en el que las nuevas tecnologías serán materia imprescindible para competir. No podemos quedarnos atrás: de no acertar en el desarrollo de políticas adecuadas, habrá consecuencias preocupantes a corto, a medio y a largo plazo. Tenemos que conseguir la eficacia, la eficiencia y la competitividad necesaria, es decir, “trabajar mejor y producir más“.
Los proyectos que Lugo necesita deben tener dos partes bien diferenciadas: la política de cercanía y la política de altura.
Los líderes políticos deben ejercer su liderazgo al frente de las instituciones, ser capaces de adelantarse a los tiempos. La inversión pública en Lugo (la de todas las administraciones junto a los fondos europeos) debe convertirse en uno de los principales motores de la economía.
“La voz y la palabra“, junto con las ideas y el compromiso, son muy valiosas en estos tiempos. No debemos permanecer indiferentes.