UN VERANO MARCADO POR LAS OLAS DE CALOR

La elevación brusca de la temperatura ambiental y la falta de acostumbramiento del organismo al calor favorece la aparición de lo que se llaman enfermedades por calor.

Los factores predisponentes son el aumento de la temperatura y grado de humedad ambiental, la falta de aclimatación al calor, la insuficiente ingesta de agua, las edades extremas, los ancianos especialmente los encamados y con disminución de la movilidad, pacientes con enfermedades crónicas o pacientes con múltiples tratamientos.

En la mayoría de las ocasiones la temperatura corporal es mayor que la del medio ambiente, el organismo disipa la mayor parte de su calor mediante radiación, si la temperatura ambiental es mayor o igual al de la superficie corporal la única manera de eliminar el calor es mediante evaporación a través de los pulmones o la piel y este mecanismo pierde efectividad cuando el grado de humedad del ambiente es elevado.

La sed es el mecanismo por el que se garantiza el aporte suficiente de líquidos para evitar la deshidratación. El organismo detecta el aumento de la concentración de sales en la sangre, lo que provoca que se secrete la hormona antidiuretica que retiene agua en el riñón, cuando esto no es suficiente se produce la sed y consecuentemente la ingesta de agua que equilibra el sistema.

En los ancianos el mecanismo de la sed esta alterado, sin embargo las necesidades de agua son las mismas que en un adulto joven. El anciano tiene menos sed y mayor riesgo de deshidratación.

GOLPE DE CALOR

Es la forma más grave de las enfermedades por calor, se caracterizada por un fracaso multiples órganos debido a una elevación extrema de la temperatura corporal, secundaria a una alteración de la regulación de la temperatura.

El golpe de calor clásico se da en forma de epidemia tras exposición a ambientes calurosos y húmedos, por lo general a partir del cuarto día de iniciada la ola de calor. Es frecuente en España, por lo que se debe tener un alto índice de sospecha en la época estival.

El comienzo es repentino, con temperatura por encima de los 40º, fracaso de la producción de sudor (anhidrosis) y disminución del nivel de conciencia. Es una emergencia médica, el pronóstico y la mortalidad dependen de la duración de la hipertermia.

El enfriamiento corporal rápido es la medida terapéutica más importante. Desnudar al paciente, colocarlo en decúbito lateral y posición fetal, frotar la piel con compresas de agua fría, utilizar ventiladores para facilitar la disipación del calor. Avisar a los sistemas de emergencias y suspender las medidas físicas si la Tª baja de 38,8

AGOTAMIENTO O COLAPSO POR CALOR

Es el síndrome por calor más común. Especialmente frecuente en ancianos con enfermedad cardíaca y tratamiento diurético.

El agotamiento por calor es la consecuencia de una depleción de agua y sales minerales (sodio sanguíneo) que origina una deshidratación y disminución de la perfusión sanguínea.

El inicio de la clínica es súbito e inespecífico: debilidad, ansiedad, cansancio, nauseas, vómitos, sed, diarrea y calambres musculares. La temperatura nunca supera los 40º, se mantiene la sudoración pero hay datos de deshidratación.

Se ha de hidratar adecuadamente al paciente, controlar las cifras de tensión arterial y de temperatura y consultar en caso de clínica intensa.

SÍNCOPE POR CALOR

Afecta sobre todo a personas mayores, la vasodilatación cutánea secundaria a la adaptación al calor y la pérdida de líquidos reducen el gasto cardíaco y disminuye la perfusión cerebral, lo que provoca el síncope.

Se debe tumbar al paciente y elevar las extremidades inferiores para favorecer la circulación sanguínea cerebral. Se deben descartar otras causas de síncope o pérdida de conocimiento.

A TENER EN CUENTA:

Es importante una aclimatación al calor para disminuir el riesgo de enfermedades por calor. Esto es especialmente importante cuando se viaje en época estival de zonas geográficas menos cálidas (Galicia y noroeste español) a zonas más cálidas como el sur de España.

Especial cuidado con niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

En el anciano el mecanismo de la sed esta alterado, sienten menos sed por lo que presentan mayor riesgo de deshidratación, sin embargo las necesidades de líquidos no están disminuidas.

Cómo prevenir las enfermedades por calor: enfriar el ambiente, evitar salir a la calle en horas de máximo calor, hidratarse adecuadamente, evitar prendas que dificulten la transpiración.

¿Sabías que…?

Se puede calcular el índice de calor ambiental en función de la humedad relativa (%) y la temperatura ambiente, para prevenir o conocer la probabilidad de patología por calor?

  •       Un índice de 27 a 31,5º fatiga
  •       De 32 a 40º insolación, calambres y agotamiento por calor
  •       De 40,4 a 54º golpe de calor posible
  •       >54º alta probabilidad de golpe por calor

 

Mª Luisa Velasco Prieto

Médico geriatra

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