LA PÉRDIDA AUDITIVA ASOCIADA A LA EDAD PROVOCA AISLAMIENTO SOCIAL Y DETERIORO COGNITIVO
La pérdida auditiva asociada a la edad puede llegar a provocar aislamiento social en personas mayores si no se detecta y actúa a tiempo, según advierte la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
La pérdida auditiva es considerada como uno de los problemas de incapacitación más importante por su impacto sobre el bienestar físico, emocional y social de las personas mayores.
La presbiacusia, o pérdida auditiva causada por la edad, afecta al 20% de la población a partir de los 60 años, al 30% entre los 65 y 70 años, y al 70% a partir de los 70.
Cada vez con más frecuencia aparecen evidencias de las estrechas relaciones entre la pérdida de la audición y el deterioro cognitivo en las personas mayores.
Este hecho destaca la necesidad de prestar mayor atención a la pérdida auditiva en las personas mayores, siendo importante establecer sistemas de detección de la alteración que faciliten un adecuado diagnóstico y una intervención, protésica y logopédica mucho más precoz. De este modo, probablemente se podrían retardar los efectos del deterioro cognitivo asociado a la pérdida auditiva, mejorando la calidad de vida del adulto mayor.
Un estudio reciente publicado en la revista Audiology&Neuro-otology concluye como la rehabilitación auditiva mediante implantes cocleares y audífonos es eficaz en personas mayores y permite mejoras en términos de aislamiento social, depresión y desempeño auditivo La pérdida de audición conlleva un problema en la comprensión de la palabra y esto puede dar lugar un deterioro cognitivo si no se actua, por lo que si tarda en buscar solución, puede ser tarde para obtener unos resultados óptimos. Hay que entender que estas ayudas no solo estimulan al oido sino también el sistema nervioso y el cerebro.
Hay una serie de falsas creencias en cuanto al uso de audífonos en personas mayores, hay mucha desconfianza porque piensan que aceleran la pérdida auditiva, cuando su adaptación es esencial para relacionarse, comunicarse y expresarse, además de que impiden la pérdida de actividad, autonomía, el aislamiento, e incluso la depresión y el deterioro cognitivo que provoca la presbiacusia.
Aunque la pérdida auditiva causada por la edad sea inevitable en la mayoría de los casos, existen una serie de factores de riesgo que pueden contribuir a acelerar y acentuar su aparición. Por ello, hay que evitar la exposición prolongada al ruido y a ruidos intensos, además de mantener unos hábitos de vida saludables, hacer ejercicio físico, en vistas a reducir el riesgo cardiovascular, y también reducir, en la medida de lo posible, la ingesta de algunos fármacos cotidianos que, usados de manera continuada , pueden dañar la audición como son la aspirina, el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
Signos de alerta de pérdida auditiva en los mayores:
Lo primero que notan es que oyen pero no entienden.
La situación de no entender la conversación empeora en ambientes de ruido y cuando hablan varios interlocutores a la vez.
Los problemas descritos pueden coexistir con la aparición de ruidos o zumbidos en los oídos que, además de ser molestos, interfieren y dificultan aún más la audición.
No entienden la televisión o la ponen muy alta.
En situaciones en las que hay un poco más de nivel de ruido tienen más dificultad, ante la duda y la inseguridad de saber lo que han dicho los demás, no participan en la conversación, ni participan en reuniones familiares o de grupo.
Si el problema avanza, ya no encienden la televisión ni la radio. El problema de comunicación es más grave y ya repercute en la convivencia, habiendo incluso malentendidos y discrepancias. Todo ello genera depresión, tristeza, y aislamiento social.